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[Bolzaneto] „Quiero dejarte un recuerdo“

Genova, 07.02.06

Patadas, insultos, cruces gamadas y sonidos del móvil con canciones fascistas italianas como „faccetta nera“: el clima en aquellos días en el cuartel de Bolzaneto es el tema recurrente de los testimonios de esta semana en un proceso en el que están acusados 45 personas entre agentes de policía, carabineros, policía penitenciaria y personal medico.

Entre los episodios mas truculentos escuchados en la sala, aquel de DF: „te quiero dejar un recuerdo“ le dice un policía que repetidamente se acerca para pegarle en la nariz ya rota. Y encima, durante su identificación policial le hacen lavarse las manos, recibe una patada entre las piernas y después le tiran por tierra y le dan una paliza cuatro policías a la misma vez. Como él, tantos otros reciben golpes repetidamente sobre heridas existentes, humillaciones, violencia y amenazas verbales: „Te corto la mano“ le dicen los policías a FD mientras le cortan las esposas de plástico con las que lleva sujetas las manos, y las esposas son tan estrechas que de por si le estaban cortando la carne. FD, en aquel entonces menor de edad es uno de los testigos que reconoce al médico Giacomo Toccafondi.

Entre los imputados en este proceso no se encuentran solo miembros de las fuerzas del orden: en las sesiones de los últimos días, varios testigos han reconocido a Giacomo Toccafondi, responsable de la estructura médica de Bolzaneto.
También en la enfermería el clima era parecido al del resto del cuartel: violencia, humillaciones, patadas y sobretodo silencio frente a las vejaciones inflingidas a los jóvenes que llegaban allí para ser curados. El personal sanitario no garantizó el derecho a la salud, ni evitó que se cometiera violencia sin siquiera dejar constancia de ello en los partes médicos.

Los recuentos de los testigos, algunos mas claros, otros de forma más confusa confirman lo que ya ha se ha escuchado hasta ahora: el comité de bienvenida, las patadas en el corredor, la enfermería como sala de violencia y miedo. La reconstrucción emerge claramente. No deja lugar a dudas, la defensa de los acusados no puede entablar un verdadero careo. Permanece en el aire solo el temblor de las voces de aquellos que deben rememorar el terror y la humillación vivida hace cinco años.

Se prosigue el lunes, 11 de febrero.